A menudo nos vemos inclinados a creer que las circunstancias controlan nuestras
vidas, y que el ambiente nos ha configurado tal y como somos. Jamás podría haberse dicho
una mentira mayor. No son las circunstancias de nuestras vidas las que nos configuran, sino
nuestras creencias acerca de lo que significan esas circunstancias.
Dos hombres son derribados en Vietnam, hechos prisioneros y recluidos en la infame
prisión de Hoa Lo. Se encuentran aislados, encadenados a bloques de cemento, y son
golpeados continuamente con cadenas oxidadas, y torturados para obtener información. A
pesar de que ambos están recibiendo el mismo trato abusivo, elaboran creencias radicalmente diferentes en cuanto a su experiencia. Uno de ellos decide que su vida ha terminado y para evitar cualquier otro dolor, se suicida. El otro saca de esta brutal experiencia una creencia más profunda en sí mismo, en el ser humano y en el Creador. El capitán Gerald Coffee utiliza esta experiencia suya para recordarle a la gente de todo el mundo el poder del espíritu humano para superar virtualmente cualquier nivel de dolor, cualquier desafío ó problema.
Dos mujeres cumplen setenta años, pero cada una de ellas le da un significado
diferente a ese dato. Una «sabe» que su vida se acerca a su fin. Para ella, siete décadas de vida
significan que su cuerpo debe estar desmoronándose, y que será mejor empezar a poner en
orden sus asuntos. La otra mujer decide que lo que una persona sea capaz de hacer a cualquier
edad depende de sus creencias, y establece un criterio más elevado para sí misma. Decide que el montañismo puede ser un buen deporte para iniciar su práctica a los setenta años de edad.
Durante los veinticinco años siguientes se dedica a dominar esta nueva aventura, y
llega a escalar algunos de los picos más altos del mundo, hasta que en la actualidad, ya
entrada en los noventa, Huida Crooks se ha convertido en la mujer más anciana que ha
escalado el monte Fiji.
Como puede ver, lo que configura quiénes somos hoy y quiénes seremos en el futuro
nunca es el ambiente, ni los acontecimientos que ocurran en nuestras vidas, sino el significado que demos a esos acontecimientos. Las creencias son lo que establece la diferencia entre una vida de alegre contribución y otra de miseria y devastación. Las creencias son lo que separó a Mozart de Manson. Las creencias son lo que convirtió a algunos individuos en héroes, mientras que a otros les indujo a «llevar vidas de tranquila desesperación».
Del libro "Despertando al Gigante Interior"
Anthony Robbins