DEL MIEDO AL AMOR -Wayne W. Dyer




Cuando el amor no está presente en su vida, usted ha  permitido que el miedo entre donde el amor reside. Ha permitido que el ego reemplace a Dios.
La madre Teresa de Calcuta dice que el amor es el tema central de nuestra existencia. Ella escribió: «Con este propósito hemos sido creados: para amar y ser amados». Estas útiles palabras le recuerdan que comience a dominar su ego, pues usted está aquí con el propósito de amar y ser amado.
Si no está viviendo en amor, ello se debe a que tiene miedo. Necesita examinar con honradez sus miedos, y con amor.
Cuando lo haga, transformará sus miedos, mediante el amor, en amor. Abrirá dentro de usted un espacio que sólo puede ser ocupado por el amor. En este espacio tiene un propósito, recorrer el camino del yo espiritual. Pero primero tiene que ver cómo sustituir el miedo por amor.
Su ego fomenta de manera constante el miedo porque teme al auténtico amor. Este falso yo ayuda a convencerle de que, de alguna forma, usted está incompleto. Ésa es la fuente de todos los miedos. Así que usted, como mucha gente, intenta llenar ese vacío con las soluciones del ego.
Temeroso de que su vacío, su ser incompleto, quede al descubierto, dedica una gran cantidad de tiempo a crear una falsa imagen de felicidad. Pero si se detuviera y llevara a cabo una valoración realista, podría percibir que el sentimiento de ser incompleto es la llamada que le hace una parte de usted mismo que ha repudiado.
¿Qué puede no gustarle de la inteligencia universal que fluye a través de usted? Darle la bienvenida al ser espiritual que usted es, tener una experiencia humana y sentir el amor que hay en ella… ¿qué puede no gustarle de eso?
El miedo a dejar al descubierto su vacío hace que busque de forma constante relaciones que el ego le dice que satisfarán el anhelo que hay en su interior. Lo que sucede es que cuando se entra en una relación se está hambriento del amor que supone el yo superior. Su anhelo se encuentra enmascarado, finge ser otra cosa. No es de extrañar que tanta gente piense repetidamente que ha encontrado el amor, y repetidamente declare haberlo perdido.
Qué diferente es cuando se puede detectar el vacío interior y pensar: «¿Qué puede no gustarme? Este anhelo forma parte del ser humano y del conocimiento del amor». Entonces le hará saber al ego que el miedo no es lo que prefiere. Imagínese cómo podría ser nuestro mundo si la gente supiera que ya está completo.
¿Qué necesitaría comprar? ¿Qué tendría que poseer? ¿A quién debería impresionar? ¿A quién necesitaría llevar del brazo? Las respuestas le darán una idea de cuan a merced estamos del miedo de que somos incompletos, inaceptables, y lo inconscientes que somos de nuestra conexión divina.
El miedo que sustituye al amor no es nada más que un miedo a que nos rechacen. A la práctica totalidad de los miedos puede seguírseles la pista hasta la propia estima.
Si se ama a sí mismo, será capaz de transformar sus miedos mediante el amor, y no permitirá que dirijan su vida.
Si tiene una sensación interna de estar completo, de conocer la esencia divina, el miedo se convierte en una amorosa invitación a saber más o a cambiar algo en su vida. El miedo ya no le amenazará como hacía cuando no conocía su yo superior.
Cuando se conoce íntimamente el yo superior, uno tiene a su disposición una profunda sensación de amor, y el miedo, tal y como se conocía, se convierte en un imposible. Con esto en mente, la respuesta a la pregunta retórica «así pues, ¿qué debe no gustarme?», es que no hay en absoluto nada que no deba gustarle.
No hay nada que temer cuando uno sabe que es una criatura divina y está completo, y que no tiene que hacer nada para demostrarlo.
No tiene por qué ingresar en un monasterio y vivir en silencio para llegar a esta respuesta. Sólo tiene que hacer el voto de reemplazar el miedo por amor. Cuando sea capaz de hacer esto, estará escuchando a su yo espiritual.
Extractos de “Tus Zonas Sagradas” Wayne W. Dyer