Relájate..suelta las riendas...



relajate

Las personas controladas siempre están nerviosas, porque en lo profundo está oculto un torbellino. Si no estás controlado, si fluyes, si estás vivo, entonces no te sientes nervioso. No tiene sentido estar nervioso: lo que tiene que suceder sucede. No tienes expectativas con respecto al futuro, no estás fingiendo. Así que, ¿por qué tendrías que estar nervioso? 
Para controlar esta mente, uno tiene que permanecer tan frío y congelado, que la energía vital penetra en el cuerpo. Si se permite a la energía moverse, todas estas represiones saldrá a la superficie. Por eso, la gente ha aprendido a ser fría, a tocar a otros sin tocarlos, a ver a otros sin verlos. La gente vive con clichés: "hola, ¿cómo estás?". A nadie realmente le importa. Esto solamente se hace para evitar el encuentro real entre dos personas. La gente no se mira a los ojos, no se coge de las manos, no intenta sentir la energía del otro, no se permiten fluir el uno con el otro. Tienen miedo; simplemente aguantan. Fríos y muertos, están metidos en una camisa de fuerza.
Hay un momento y un lugar para el control, pero si dejamos que lleve las riendas de nuestras vidas, terminaremos completamente rígidos. La figura está encajonada dentro de los ángulos de las formas piramidales que la rodean. La luz produce destellos y reflejos en la superficie brillante, pero no penetra. Es como si se hubiese quedado casi momificada, dentro de esta estructura que ha construido alrededor de sí. Sus puños están apretados y su mirar es vacío: casi ciega. La parte inferior de su cuerpo, debajo de la mesa, tiene punta de cuchillo; es una esquina cortante que divide y separa.
Su mundo es ordenado y perfecto, pero no está vivo; no puede permitir ninguna vulnerabilidad o espontaneidad dentro de sí. La imagen del Rey de las Nubes nos recuerda inspirar profundamente, aflojar nuestro cuello y tomarlo con calma. Si se cometen errores, está bien. Si las cosas se salen un poco de tus manos, posiblemente es lo que el doctor ha prescrito. La vida te ofrece mucho, mucho más que el hecho de llevar "las riendas de las cosas".

Osho