Inclusión y exclusión desde la perspectiva de Constelaciones Familiares


excluded_by_failedandforgottenEl hecho de sentirse excluido originariamente por nuestra propia familia, provoca que lo traslademos a cualquier ámbito de nuestra vida: trabajo, pareja, amigos…. Sólo cuando se reestablece la pertenencia a nuestro sistema familiar se nos presenta una nueva posibilidad de percibir al mundo y a nosotros mismos. El ejercicio de sentir que perteneces a tu propio clan familiar, permite la inmersión y desarrollo sano en sociedad y en el mundo que nos rodea.

Saber que somos parte de algo más grande que nosotros mismos nos ayudará a disolver nuestro propio orgullo, que nos hace creer omnipotentes ante nuestro propio destino, y nos libera de la ilusión de independencia, entendida como la no necesidad de vinculación.
Es a partir de nuestros primeros vínculos como aprendemos sobre el mundo y de nosotros mismos, estos vínculos son los  imprescindibles para nuestro desarrollo emocional, sean del tipo que sean, negarlos es parte de la locura y de la desintegración de la personalidad. Estos primeros vínculos son los que darán lugar a la existencia de la conciencia individual, que opera en nosotros.
La red familiar esta integrada por un grupo de personas que comparten un destino común por varias generaciones, cuyos miembros pueden estar enredados inconscientemente en el destino de otros miembros del grupo.
excluidoEste destino es compartido por padres, hijos, abuelos, y todos aquellos que dejaron un lugar, por ejemplo, ex parejas. Este grupo familiar se encuentra con una estructura determinada, ordenada o no. Según Bert Hellinger, el orden de este grupo implica la salud emocional y el cambio psicológico de una persona es dado por un cambio interno de la familia.
En base a estas premisas, podemos observar en el trabajo terapéutico con Constelaciones Familiares que este Alma Familiar opera en el presente regulando las metas de la conciencia personal y de la red familiar,”haciendo justicia por esta red”; por lo tanto si en algún momento de la historia de nuestra red familiar alguno de sus miembros ha sido excluido, esta Gran Alma intentará compensar esta situación con las generaciones posteriores.
Sacar a la luz y ordenar esta situación, brindando a la persona una “imagen sana” o liberadora de estas implicaciones y enredos familiares, es la meta del trabajo terapéutico con constelaciones familiares.
A través de la metodología del trabajo terapéutico en grupo, se observa cómo se encuentra en el momento de la consulta el alma de la familia del cliente, cuáles son los miembros que se encuentran excluidos o se han sentido excluidos, se saca a la luz lo que estaba oculto, lo que no se sabe hasta el momento, muchas veces puede coincidir o no con la información que el consultante tenga a su disposición y a través de este trabajo puede observar situaciones a las cuales él no tenía acceso.
Con este trabajo se desenredan síntomas o desequilibrios tanto físicos (enfermedades), como psicoemocionales (depresión, etc), relacionales y/o laborales.
Mediante una serie de movimientos dentro del grupo de personas que forma el grupo de la familia del consultante y frases sanadoras que indica el terapeuta, se ordenan las dinámicas que generaban desequilibrios en el presente, se regula y se intenta dejar en paz a la relación de la conciencia individual con la de la red familiar, se compensa liberando al consultante de la carga inconsciente que desequilibraba su presente.
Experimentar estas fuerzas que rigen los vínculos, encontrar su orden, incluir a los excluidos, honrar a los olvidados, a los mayores, reconocer y aceptar lo que es, conlleva un poder transformador que conmueve y sana profundamente.
La integración de nuestro grupo familiar nos proporciona la seguridad necesaria para luego transitar en nuestro camino de vida sabiendo desde nuestro corazón que pertenecemos a este mundo y que tenemos un lugar en él, desde donde podemos expresarnos plenamente.
Fragmentos extraídos de: www.saberalternativo.es

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