“Mujeres que corren con Lobos”, de Clarissa Pinkola Estés




 Todos sentimos el anhelo de lo salvaje. Y este anhelo tiene muy pocos antídotos culturalmente aceptados. Nos han enseñado a avergonzarnos de este deseo. Nos hemos dejado el cabello largo y con él ocultamos nuestros sentimientos. Pero la sombra de la Mujer Salvaje acecha todavía a nuestra espalda de día y de noche. Dondequiera que estemos, la sombra que trota detrás de nosotros tiene sin duda cuatro patas.
 El primer acto de honrar al sí mismo es afirmar la conciencia: la elección de pensar, de ser conciente, de enviar el haz de luz de la linterna de la conciencia hacia fuera, hacia el mundo, y hacia adentro, hacia nuestro propio ser. Fallar en este esfuerzo es defraudar al sí mismo en el nivel más básico.

 Honrar al sí mismo es ser deseoso de pensar independientemente, vivir de acuerdo a nuestro propio juicio, y tener el coraje de nuestras propias percepciones y juicios.
 Honrar al sí mismo es estar deseoso de saber no sólo lo que pensamos sino también lo que sentimos, lo que queremos, necesitamos, deseamos, por lo que sufrimos, lo que nos atemoriza, lo que nos enoja, y aceptar nuestro derecho a experimentar tales sentimientos. Lo opuesto a esta actitud es la negación, la renuncia, la represión: la autorepudación.
 Honrar al sí mismo es preservar una actitud de auto-aceptación, lo que significa aceptar lo que somos, sin auto-presión, ni auto-castigo, sin ninguna pretensión acerca de la verdad de nuestro propio ser, pretensión dirigida a engañar sea a nosotros o a cualquier otro.
ebook-mujeres-que-corren-con-los-lobos-1248414145377Honrar al sí mismo es vivir auténticamente, hablar y actuar desde nuestros más íntimos sentimientos y convicciones.

 Honrar al sí mismo es rehusarse a aceptar la culpa no merecida  y hacer lo mejor posible para corregir la culpa que hemos  merecido.
Honrar al sí mismo es estar comprometidos con nuestro derecho a existir, que proviene del conocimiento de que nuestra vida no pertenece a otros y que no estamos aquí sobre la Tierra para vivir según las expectativas de algún otro.. Para muchas personas esa es una responsabilidad terrorífica.
 Honrar al sí mismo es amar nuestra propia vida, amar nuestras propias posibilidades de crecimiento y de experimentar alegría, amar el proceso de descubrir y explorar nuestras posibilidades inconfundiblemente humanas.
Extracto del libro “Mujeres que corren con Lobos” de Clarissa Pinkola Estés

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