La diferencia entre entregarse y renunciar






“En cualquier momento todos podemos encontrar una paz maravillosa en la entrega. Por desgracia, solemos temerla porque es una renuncia y una derrota, un signo de debilidad. Pero no hay debilidad o dolor en la entrega. Por el contrario, hay alivio y fuerza cuando nos rendimos al conocimiento de que todo está bien, de que alguien se ocupa de todo”

“Puede requerir mucha fe imaginar que todo está bien en plena enfermedad o pérdida. Hasta en las pequeñas pruebas de la vida es difícil rendirse. Queremos controlar las situaciones, queremos que las cosas ocurran a nuestro gusto”

“La idea de que rendirse es positivo puede resultar difícil, hasta que comprendemos que gran parte de la vida debe vivirse con calma

“No tenemos por qué estar siempre aferrados a un trabajo, a una relación, o a una situación. Podemos relajarnos, sabiendo que la vida se revelará como es debido”

Ahora es el momento de rendirse, de dejar que el caballo nos lleve en la dirección que vaya, de nadar a favor de la corriente, no contra ella”

“El universo gobierna con absoluta perfección este complejo planeta de manera asombrosa, con todas sus flores, árboles, animales, vientos, luz solar y todo lo demás, y, no obstante tememos entregarnos a este poder”

“Nadie sabe realmente por qué ocurren los acontecimientos en nuestra vida. El problema es que creemos que deberíamos saberlo; pero vivir requiere humildad, porque la vida es un misterio. Todo se revelará en su tiempo oportuno”

“Al soltarnos, nos liberamos de los esquemas mentales de cómo deben salir las cosas y aceptamos lo que el universo nos presenta. Aceptamos que realmente ignoramos cómo deben ser las cosas. Los moribundos aprenden esto cuando contemplan su vida en retrospectiva. Ven que las situaciones ‘malas’ a menudo los condujeron a algo mejor, y que lo que creían que era bueno no era necesariamente lo mejor para ellos”

“La verdad es que no siempre sabemos lo que mejor nos conviene. Por esa razón tenemos que dejar de querer saber adónde nos llevará la vida, tenemos que dejar de empeñarnos en saber siempre lo que es correcto y abandonar el intento de controlar lo incontrolable. En esos momentos en que creíamos saber absolutamente lo que era mejor, luchábamos con espejismos. Nunca lo hemos sabido, y nunca lo sabremos”

“Hay una diferencia substancial entre entregarse y renunciar. Renunciar es levantar las manos en el aire y decir ante un diagnóstico de enfermedad terminal: ‘¡No hay esperanza, estoy muerto!’. Entregarse es elegir los tratamientos más adecuados y, si no funcionan, aceptar que nuestro tiempo aquí es limitado. Cuando renunciamos, rechazamos la vida que tenemos. Cuando nos rendimos, la aceptamos tal como es. Ser víctima de una enfermedad es renunciar. Comprender que siempre tenemos la posibilidad de elegir en cada situación, es entregarse. Alejarse de la situación es renunciar. Volverse a ella es entregarse”

“Rendirse a la vida ‘tal como es’ puede transformar milagrosamente las situaciones. Cuando nos rendimos, somos capaces de recibir. El universo nos da las herramientas para cumplir nuestro destino cuando dejamos que las cosas sean”

Dejar que las cosas sean en vez de luchar constantemente para hacer que ocurran es un maravilloso regalo que nos hacemos a nosotros mismos. Si vemos nuestra vida en retrospectiva, nos daremos cuenta de que algunos de los mejores momentos y mayores oportunidades no fueron resultado de la lucha por arreglar las cosas. Parecen coincidencias afortunadas, como si ocurrieran porque nos hallábamos en el lugar correcto y en el momento oportuno. Así es como funciona la entrega, y así es como funciona la vida: sutilmente”

“La vida es demasiado breve, no sabemos cuál será nuestro último momento. Descubrir lo bueno en lo malo es una de las lecciones más provechosas

 “Lecciones de vida” de Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler.

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