La palabra “vitalidad” no es fácil de definir, aunque todos sabemos lo que queremos decir cuando nos referimos a una persona que tiene “mucha vitalidad”. Tiene una inagotable energía para todo.
En un nivel físico o material se podría describir como “la capacidad para poder llevar a cabo todos los procesos característicos de la vida”. A nivel mental podríamos comparar la vitalidad con el entusiasmo, o con la voluntad de abarcar todo lo que la vida nos brinda. Pero sólo podremos tener esta voluntad a nivel mental si a las células del cerebro les llega suficiente suministro de energía celular o ATP para poder funcionar correctamente. Esta voluntad de la mente no podrá sobrevivir a la falta de energía para poder obedecer las órdenes del cerebro.
Así pues, parece ser que hemos desarrollado un cierto concepto de vitalidad, a nivel de la bioquímica y la fisiología celular. Consiste en un mecanismo de producción de energía ATP intacto, un suministro adecuado de macronutrientes que actúan como fuel de la producción de ATP (no solo para el cuerpo como un todo sino para cada célula individual), un suministro elevado de ATP en las células, y unos mecanismos para usar la energía ATP dentro de la célula intactos. Que los mecanismos tanto de producción como de utilización de la energía ATP se mantengan en condiciones optimas dependerá de que hayan sido producidas recientemente miles de enzimas diferentes y de que estas enzimas no sean inhibidas a su vez por la acumulación de residuos tóxicos de cualquier origen
¿Qué es lo que previene en la práctica que tengamos toda la vitalidad que deberíamos tener?
En los países Occidentales por regla general, no tenemos escasez de macronutrientes necesarios como fuente de energía. Sin embargo tampoco es bueno si los macronutrientes que consumimos, están en desproporción con nuestras necesidades, como cuando ingerimos alimentos en exceso, o cuando consumimos demasiados alimentos azucarados de una vez, causando una bajada de glucosa en sangre como consecuencia del sobre abastecimiento, lo que se llama "hipoglucemia reactiva".
Las causas más frecuentes de un empeoramiento del estado energético de la célula, son los factores que amenazan con interferir con el correcto funcionamiento de nuestros sistemas enzimáticos, o los factores que interfieren con el mantenimiento adecuado del medioambiente interno de la célula, volviéndolo capaz de inhibir los procesos enzimáticos que la célula necesita llevar a cabo.
En la mayoría de los casos, una enzima necesita de otra sustancia como cofactor para trabajar junto con ella. Existen diferentes cofactores, la mayoría de ellos son minerales, tales como el magnesio, zinc, manganeso o hierro. Otros muchos son sustancias especiales derivados de las vitaminas, o las vitaminas mismas.
Algunas enzimas necesitan tanto un mineral como una vitamina como cofactores. Sin el cofactor adecuado, la enzima no puede funcionar y no catalizará la reacción que se supone tiene que catalizar.
Así pues podemos decir que un déficit tanto de vitaminas como de minerales, afecta decisivamente, y quizás de manera crucial, la actividad de los sistemas enzimáticos, mientras que la suplementación con vitaminas y minerales, cuando ha habido una deficiencia durante un tiempo, tendrá como respuesta un incremento de la vitalidad.
El Medioambiente Interno de la Célula
Ya hemos dicho lo importante que es el equilibrio del interior de las células entre el sodio y el potasio, y entre el calcio y el magnesio. Las células sanas regulan este equilibrio usando la moneda energética ATP. Sin embargo si el entorno que rodea a la célula se encuentra inundado durante un periodo de tiempo, con un gran exceso de sodio o de calcio, está regulación, de la que se ocupan las células sanas, se puede romper pudiendo afectar a los procesos enzimáticos dentro de la célula.
El Veneno de las Enzimas
Otros factores que puede interferir con las enzimas son los venenos enzimáticos. Son sustancias que, cuando aparecen, bloquean la actividad enzimática evitando que la reacción sea catalizada.
La enzima final en el mecanismo de oxidación de los alimentos, ya sean grasas o carbohidratos, es una enzima llamada “citocromo oxidasa”. En la formación final de agua derivada del sustrato de alimento, cataliza la reacción en la cual el hidrógeno, que en este momento ya se ha extraído del sustrato del alimento, se combina con el oxígeno. Si esta reacción está bloqueada, el proceso entero de oxidación de alimentos se verá obstaculizado. El cianuro es un conocido veneno. Lo es porque es un veneno enzimático, se acopla al citocromo oxidasa y bloquea su acción. Una dosis de cianuro mata casi instantáneamente ya que la producción de energía celular ATP se bloquea de forma traumática y completa en este último paso.
La mayoría de los venenos no son tan espectaculares, tan concretos o tan extremos. No obstante muchas de las sustancias no deseadas que se pueden acumular dentro de la célula como productos de deshecho, son venenos enzimáticos. Otros venenos “crónicos" son niveles más bajos de arsénico, mercurio o plomo. Como ya hemos indicado antes, la acumulación de estos residuos y toxinas amenaza la vitalidad de la célula, ya que inhiben la producción y utilización de energía ATP. Cuando estos venenos no se administran en una dosis alta, simplemente reducen la eficacia de la célula, inhibiendo las enzimas o bloqueando su producción.
Y, como la eliminación adecuada de esas toxinas y residuos, demandan el uso de cantidades extras de energía para este propósito, cualquier célula que ya se encuentre comprometida con una acumulación de toxicidad, se verá incapaz de deshacerse de su carga sin ayuda, o sin un cambio fortuito de circunstancias.
Aquí hemos forjado un vínculo entre la naturopatía y la fisiología. Desde el punto de vista del naturópata la salud se consigue limpiando el cuerpo de residuos y toxinas.
Vimos anteriormente como esta limpieza es necesaria para el mantenimiento de los procesos fisiológicos en un nivel adecuado. Este vínculo, es una base fundamental desde la que vamos a desarrollar los capítulos posteriores. Quédese con estos conceptos para poder utilizarlos más adelante.
Y quédese también con la importante conexión entre (a) el suministro de micro nutrientes, (b) el mantenimiento de los niveles de azúcar en sangre, (c) la producción y utilización de la energía celular y la vitalidad.
EXTRACTO DEL CURSO “NUTRICION Y SALUD” DEL INSTITUTO DE NUTRICION HOLISTICA
Elena Perea
Especialista en Nutrición Ortomolecular
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