El otro día reflexionaba en el rincón de un amigo sobre el Carpe Diem, el aquí y ahora, como recobrar la espontaneidad o ese instinto natural con el que todos nacimos y lo importante que es decidir como vivir ese momento. Y al final todo puede ser un arma de doble filo si no entiendes los principios básicos del universo, el Tao, la vida. Sin conciencia la ignorancia nos traerá igualmente sufrimiento.
En el Wu Wei de la filosofía Taoísta queda descrito como es ese aquí y ahora pero conectado a ese instinto, y se define como “la no acción”. Otros lo han descrito como sincronicidad (Jung), o correspondencia y el secreto está en hacer sin hacer. Es un tema quizás contradictorio para nosotros occidentales de mentes cartesianas pero encierra un secreto para liberarse del sufrimiento que no del dolor que es irremediable y al menos rozar la tranquilidad de espíritu.
En el Wu Wei de la filosofía Taoísta queda descrito como es ese aquí y ahora pero conectado a ese instinto, y se define como “la no acción”. Otros lo han descrito como sincronicidad (Jung), o correspondencia y el secreto está en hacer sin hacer. Es un tema quizás contradictorio para nosotros occidentales de mentes cartesianas pero encierra un secreto para liberarse del sufrimiento que no del dolor que es irremediable y al menos rozar la tranquilidad de espíritu.
Ésta es una explicación sencilla que encontré en un libro de Ángel Fernández Castro. “La enciclopedia abreviada del Tai Chi” Ediciones Tao que vale la pena para quien quiera indagar un poco en los principios filosóficos e históricos de este arte. Para el resto os dejo algo que decía así...
“En lo referente a la acción, los seres humanos en nuestro desarrollo personal vamos tomando conciencia de nuestras acciones negativas y , al comprenderlas, las transformamos en positivas, o nos damos cuenta de nuestros errores y, según vamos aprendiendo de ellos, los correginos.
Los chinos no utilizan las palabras “bien” o “mal”. Hay una diferencia fundamental entre la visión taoísta del ying y el yang, y en la occidental de “bueno” y “malo”, pues entre los opuestos “bien” y “mal” no hay punto intermedio de equilibrio que los armonice. No obstante, en el Taoísmo hay tres clases de acción: positiva o yang, negativa o yin y una tercera que es el wu wei, la espontaneidad; ésta va más allá de lo positivo o negativo y deja que surja de un modo natural, se adecua a las circunstancias. Para que esto suceda así, se requiere de una actitud mental apropiada, que es de donde surge la espontaneidad y por eso es una acción sin motivo, sin segundas intenciones. En resumen, una acción espontánea que nace en el mismo instante que se necesita, ni se conocía anteriormente ni será válida para responder a otra vivencia que tengamos posteriormente.
Esta actitud más allá de los opuestos, adaptándose a cada situación sin una reacción positiva o negativa, sino de forma natural y por eso se llama wu wei (no acción). La mayoría de nuestros problemas nos han producido experiencias negativas porque en un principio, nuestra acción ha sido enfocada de forma incorrecta al considerarla como antagónica a otra acción. Es decir, teniendo una reacción hacia alguien, o rechazando algo en lugar de comprender la acción como una totalidad con la realidad misma. Por tanto, en el centro está el equilibrio. La realidad sólo se puede comprender desde el centro, ése es el lugar desde donde surge toda la energía y al que más tarde retorna. El centro es el punto focal de la energía, es el único lugar desde el cual es posible que se vea la totalidad de la situación y así se resuelven tensiones de los opuestos, al contrario que desde los extremos, donde se distorsiona la visión. Cuando los extremos son antagónicos y por tanto no se complementan, nos volvemos violentos y destructivos, mientras que desde el centro somos pacíficos y creativos. En el centro hay un estado de atención sin tensión. Lo podríamos llamar contemplación de la vida, meditación o Tao.”
Es como quedarte en el centro mientras el mundo gira a veces a un ritmo trepidante sin lanzarte a dar vueltas con sus giros, eso sí a veces uno se marea y vomita en el proceso, doy fe. Personalmente creo que una palabra clave para alcanzar Wu Wei es la "Aceptación" sin ella es imposible avanzar y a veces es un camino muy difícil.
Que decir que tanto el Tai Chi como el Aikido se basan en Wu Wei tanto en su principio filosófico como también en el práctico. Y desarrollar esa destreza sin un trabajo personal, casi seguro, es una tarea inalcanzable.
Como diría O'Sensei hagamos que la victoria llegue pronto.
Vanetai (http://vanetaitao.blogspot.com)