Si quieres comer más sano, empieza a hacer deporte









La relación entre actividad física y dieta saludable parece cada vez más sólida. Si hace unos meses un estudio del British Journal of Nutrition mostraba que las personas que comen sano están más activas en su tiempo libre, ahora una amplia revisión de estudios establece el vínculo a la inversa. Es decir, aquellos que hacen ejercicio regularmente acaban comiendo más sano.

La explicación a todo esto parece estar en nuestro cerebro. Según el informe, publicado en Obesity Reviews, la actividad física provoca una serie de cambios neurocognitivos que nos ayudan a seguir una dieta más equilibrada. “La práctica de ejercicio produce con el tiempo un efecto potenciador de las funciones ejecutivas, entre ellas lacapacidad de control inhibitorio, lo que ayudaría a resistir las múltiples tentaciones alimentarias que aparecen cada día en esta sociedad donde la comida, sobre todo la hipercalórica, está cada vez más omnipresente”, apunta Miguel Alonso Alonso, investigador de laEscuela de Medicina de Harvard que ha participado en el estudio. 

Además de potenciar nuestra fuerza de voluntad, el ejercicio nos ayuda a identificar mejor la sensación de saciedad, lo que repercute en un mayor control del apetito.

Estos cambios en la estructura del cerebro y en la forma de interpretar sus señales acaban facilitando una modificación de nuestra conducta que favorece que comamos más sano y que no nos cueste tanto hacerlo, señalan los autores en el informe.