Las artes taoístas para el dominio y la economía de la energía sexual se practicaban en la antigua china hace más de 6.000 años. Los antiguos libros de alcoba, consistían en ejercicios de terapia sexual en los que se tenía en cuenta la respiración consciente, los ejercicios de gimnasia energética en movimiento y la alimentación equilibrada entre otras muchas disciplinas. En estos tratados no se consideraba la salud y la higiene sexual como completa si ésta no se abarcaba los ámbitos mental, emocional y corporal para el correcto flujo de la energía Chi.
Ese desarrollo global de una sexualidad plena y armónica incluía conocimientos de medicina, farmacopea, psicología, nutrición, inmunología, astrología, geomancia y feng shui. El conocimiento de las leyes universales y especialmente de las dinámicas de las fuerzas yin yang se implementaban a las prácticas para crear un Todo completo y sin fisuras.
En el taoísmo se considera la energía sexual como la fuerza más poderosa del Chi, por eso los libros taoístas de cabecera se dedicaban a la salud sexual, la longevidad corporal y espiritual y a las relaciones sexuales plenas con la pareja. Eran ejercicios que estimulaban el juego del amor placentero, la sensibilidad y el tacto, el encendido de las zonas erógenas con masajes y juegos eróticos, la abstinencia y las técnicas de control y circulación de la eyaculación, el mantenimiento de los órganos sexuales, la estimulación erótica y de la energía sexual; y la resistencia junto a técnicas para hacer invertir y hacer retornar la energía hacia el cerebro.
En la tradición taoísta al pene masculino se le conoce como “tallo de jade”, es la aproximación de la materialidad cósmica (fuerza yang) que se acerca con respeto. Un hombre puede comunicarse con su tallo de jade como un individuo independiente de él, es su “mensajero”; de esta forma alcanza un control voluntario en los circuitos de su cuerpo y en su función erótica y orgásmica.
Al órgano sexual de la mujer, se lo denomina “puerta de jade” o “palacio sagrado de la vida”, es la materialización de la concepción, la fuerza ying. La mujer puede comunicarse con su Puerta de Jade y crear una unión en los puntos sensibles de su crisol (vagina), puede así tener conciencia de sí misma y controlar el sendero de su energía ying.
La unión de la pareja facilita la realización de poderes de materialización de la energía sexual, que sólo unidos pueden llevar el poder de la creatividad y la armonía, al “palacio de la felicidad y la vida”; con el fin de conectar con la UNIDAD ABSOLUTA creadora de toda vida.
En las prácticas taoístas no importa tanto el tamaño del pene o la forma de la vagina, aunque es cierto que cada tallo tiene su puerta afín, sino la habilidad de ambos amantes para conectar la puerta de jade yin con el tallo de jade yang. Lo realmente importante antes del contacto es prolongar ese encuentro y la contención alquímica (tántrica) de las energías de ambos, especialmente en el hombre, ya que el semen es su fuente de energía vital, si lo desperdicia el varón se debilita, física, moral, y mentalmente.
El fin es unificar las energías en un solo orgasmo común que representa la culminación del éxtasis, la comunión de ambas entidades en una sola, única e indivisible entidad cósmica.
Fuente:http://circuloholistico.blogspot.com/2010/01/las-artes-y-secretos-taoistas-de-alcoba.html