El tomate es uno de los alimentos más completos y beneficiosos para el organismo pues contiene propiedades que evitan la aparición de algunos cánceres y, además, posee un poderoso factor antioxidante llamado Licopeno que retrasa el envejecimiento
de las células y reduce los riesgos de sufrir problemas cardíacos.
Los análisis científicos han demostrado que un jugoso tomate, por su concentración de Licopeno, contribuye a evitar la aparición del cáncer de estómago, boca, laringe, esófago próstata, cuello de útero, colon y recto.
Además de su importante rol en la lucha contra las enfermedades oncológicas, el tomate contiene un enorme conjunto de vitaminas que ayudan al cuerpo humano a funcionar correctamente. Entre las propiedades del tomate están vitamina A, B1, B2, B3, B6, C, K y E, además de sales minerales, como potasio, calcio, cloro, fósforo, azufre, magnesio, sodio, hierro, cobre, zinc, yodo, cobalto, manganeso, cromo, níquel y flúor.
Tradicionalmente, los productos naturales pierden sus beneficios al momento de ser envasados. Sin embargo, el tomate constituye una excepción a esta regla, ya que sus niveles de Licopeno tienden a elevarse cuando el fruto se consume en conserva. Por lo tanto, no hay que olvidar ingerir cada día un tomate, ya que en sólo 540 mililitros de este maravilloso alimento se concentran todos sus beneficios y propiedades.
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